sábado, 1 de octubre de 2011

Pa Negre, elegida para representar a España en los Oscar

La película de Agustí Villaronga ha sido la seleccionada de las tres candidatas que había propuesto la Academia de Cine

SANTI LOMAS | MADRID

La trayectoria ascendente que está viviendo la película Pa negre (Pan negro, 2010) parece no terminar. La cinta, firmada por Agustí Villaronga, ha sido elegida por la Academia de Cine como la representante de España para la candidatura al Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa. En el camino se han quedado sus otras dos compañeras de preselección: La piel que habito, de Pedro Almodóvar, y La voz dormida, de Benito Zambrano, aún sin estrenar.

Tras la noche de gloria que vivió en la entrega de los Premios Goya, en la que recogió nueve galardones, los trece Premios Gaudí del cine catalán obtenidos, y los reconocimientos que está recibiendo su director, Agustí Villaronga, la noticia llega en la misma semana en la que la Academia de Cine también la ha elegido como representante para los Premios Ariel del Cine Mexicano.

Más allá de la polémica existente para algunos en el hecho de que los diálogos de la cinta estén en catalán, el hecho es que Pa negre ha supuesto el reconocimiento definitivo de su director en el ámbito de la industria cinematográfica. Galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía de este año, Villaronga parece ver así el fin a unos años de tiranteces y olvido con crítica y público. Su cine, habitualmente cargado de explícitas referencias a la corrupción infantil y a malsanas conductas sexuales, no siempre ha recibido el parabién de los espectadores.

Tras debutar en el cine en 1987 con Tras el cristal, la carrera de Villaronga no ha sido fácil. Su ópera prima pasó dos años sin estrenarse debido a sus conflictivos contenidos: la historia es la de la adolescente traumatizado, antiguo niño sometido a torturas y violaciones por un médico nazi. Su siguiente título, El hijo de la luna (1989), fue ignorado por el público, y durante los años noventa realizó tan solo unos escasos filmes de encargo. Tras la apreciada El mar (2000) y el enigmático pseudo-documental Aro Tolbukhin (2002), Villaronga ha pasado ocho años sin estrenar en cines.

Ahora, con Pa negre, historia del aprendizaje vital de unos niños en la convulsa Cataluña de la posguerra, los ojos vuelven a estar puestos en el cineasta. Su futuro de cara a los Oscar es prometedor, y las expectativas en torno a su carrera son mayores que nunca.

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